
La victoria de Gabriel Boric a la presidencia de Chile por el partido apruebo Dignidad, es la demostración de la derrota del neoliberalismo, en uno de los países icónicos de la libertad de mercado y flexibilización laboral. Los chilenos, como los colombianos, se cansaron.
“Debemos avanzar con responsabilidad en los cambios estructurales sin dejar a nadie atrás; crecer económicamente; convertir lo que para muchos son bienes de consumo en derechos sociales sin importar tamaño de billetera; y garantizar la vida tranquila y segura”. Aseguró Boric en su primer discurso como presidente de los chilenos.
Boric logró una holgada victoria en segunda vuelta ante su rival Jose Antonio Kast. Según informa la BBC, Boric ganó con una coalición de partidos de izquierda y centro que buscan una sociedad más justa, con una intervención más activa del Estado, renegociación de los TLC firmados por CHILE y mayor participación de la mujer y protección del medio ambiente.
En la segunda vuelta, Boric convención los electores de otras tendencias e indecisos, sin recurrir al agravio personal y la amenaza. Una amenaza que debe aprender Colombia.